viernes, 27 de junio de 2008

De lo agresivo hasta lo irracional


Las declaraciones de Néstor Kirchner ya no son preocupantes por su agresividad, sino por su irracionalidad. “Con todo respeto por el General, él decía ‘todo en su medida y armoniosamente’, pero eso era en otro momento, lo dijo hace 34 años; ahora nosotros decimos a veces hay que hacer un país donde nos sintamos integrados a la rapidez que los tiempos indican”, dijo el Presidente del Partido Justicialista, durante una reunión con el gremio bancario. Más tarde, volvió sobre sus pasos para criticar al fundador del movimiento. “La frase, Perón la dijo en el 74, y después les fue mal a los trabajadores”, recordó Kirchner, quien despotrica contra la “oligarquía” como no lo había hecho nunca antes. En la reunión con la Bancaria, agregó que “es fundamental que la clase media sepa qué es lo que está pasando porque no es la oligarquía su aliado; la clase media está ligada a la clase trabajadora, juntas conforman la construcción del campo nacional”. En una crónica imperdible y reveladora, diario Crítica de la Argentina muestra paso a paso como, en los últimos cien días, el ex Presidente de la Nación, “setentizó” su discurso para recuperar la pasión que tuvo el movimiento, aunque no para continuar la obra del General Perón, sino para corregirla, superarla. “El traje de líder del pejotismo que se calzó Kirchner lo llevó a retornar a la ortodoxia. Pero, en privado, el ex presidente siempre se quejó de las actitudes del ‘viejo’. Por eso, no puede evitar la grandilocuencia. Parece convencido de que la historia será más generosa con él a la hora de juzgarlo”, asegura el diario porteño. Conocidas estas declaraciones, el Presidente de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales aseguró que "Kirchner está descontrolado, no está en sus cabales", y sostuvo que entre los mismos legisladores del Frente para la Victoria "ya hay mucha preocupación" por esta actitud.

¡Ya basta!


Hoy, el país sí está dividido en dos. Por un lado, están todos aquellos que reciben arbitrarios beneficios del Gobierno Nacional, generalmente en dinero, que van desde un plan social, pasando por cargos políticos, salarios exagerados para ciertas actividades, hasta millonarios subsidios. Este grupo es tan amplio que va desde piqueteros, pasando por Madres de Plaza de Mayo, hasta empresarios beneficiarios de los subsidios (por ejemplo, al transporte en Capital Federal). Del otro lado, a pesar de lo que intenta mostrar el Gobierno, no está la derecha reaccionaria, esa que añora el regreso de los militares. Están, fundamentalmente, aquellos que se cansaron de la soberbia, la prepotencia y la mentira, algo de lo que el Kirchnerismo ha hecho un estilo. Están los trabajadores que sufren día a día la inflación sobre sus salarios, y que ven cómo el Gobierno ni siquiera se ha tomado la delicadeza de explicarles qué es lo que se está haciendo para frenar la suba de los precios. ¿Acaso no son ellos (los gobernantes) nuestros representantes y tienen el deber de justificar y explicar sus actos?. Están también en el segundo grupo, todos los pequeños y medianos empresarios que, pese a sufrir persecuciones fiscales e inmensas subas en los impuestos, son responsabilizados por el aumento en los precios. Además hay gente que simplemente no cree en las apocalípticas palabras de Kirchner, que está convencida de que el ex Presidente actúa irresponsable y falazmente como consecuencia de su soberbia, provocando un gravísimo daño a todo el país, pero más que nada a los sectores más desprotegidos que él dice defender. Y hay mucha otra gente, de izquierda o de derecha, que simplemente le dice a la arrogancia kirchnerista: ¡Ya basta!.

jueves, 26 de junio de 2008

La historia de una foto


Kevin Carter ganó el premio Pulitzer por esta foto. La historia de él y la imagen es famosa, aunque no para todos. Por eso, la recomiendo. Aquí está narrada por otro fotógrafo, John Carlin.

lunes, 23 de junio de 2008

Una visión crítica para avanzar


Una serie de artículos sobre la actuación del kirchnerismo durante el paro del campo han provocado, por primera vez desde que llegó al poder, una verdadera discusión sobre los logros y las deudas de ésta y la pasada administración. Lo más importante es que estos textos fueron escritos por hombres que confiaron, si no adhirieron plenamente, en el Gobierno Nacional. Lo más importante aquí es que la discusión no se vea como intento de derrocamiento de la Presidenta, sino para la crítica constructiva a quienes hoy ocupan el poder o para avanzar hacia un Gobierno que salde las deudas de éste sin retroceder en los logros, tanto sociales como en los derechos humanos. Para quienes como yo se han identificado con este Gobierno en algún momento, es importante mantener una mirada objetiva sobre las últimas actitudes, así como una gran honestidad intelectual. Estos artículos pertenecen al diputado Miguel Bonasso (muy cercano al ex Presidente Kirchner), a Horacio Verbitsky (del ultraoficialista Página/12) y Alfredo Leuco, alguien que no se confesó admirador del ex Presidente aunque sus antiguos pronunciamientos lo ubican cerca del Presidente del Partido Justicialista.

Una nueva etapa de los representantes

Así como se inicia en el Congreso el debate sobre el esquema de retenciones a las exportaciones que provocó la parálisis nacional durante más de cien días, también empezará la feria parlamentaria para canjear apoyos al proyecto oficial por leyes que reclaman algunos de los legisladores que buscan llevar programas productivos para sus provincias. La permuta de votos será por incentivos para la producción de olivares, vino, tabaco, frutas y otras yerbas. El plan canje le podría costar al fisco más de 450 millones de pesos, según el diario porteño Crítica Argentina, que además dijo que el apoyo del algunas provincias al proyecto oficial, funcionará con una condición: que se permitan algunos cambios en la iniciativa del Gobierno, como por ejemplo la exclusión de los pequeños productores del alcance de las retenciones móviles. ¿Hay algo de malo en esto? Por supuesto que no, ya que así es el debate en la democracia y así se “negocian”, permutan o directamente se cede, tanto principios como dinero. “Si nos dan algunas cosas que reclama el productor mendocino, el asunto cambia”, le admitió a ese diario el diputado de Godoy Cruz, Enrique Thomas. Durante todo el fin de semana, Thomas se ocupó de acordar con las cámaras de empresarios agropecuarios de su provincia algunos proyectos que expondrá. En caso de que la sostenga, esa es una posición absolutamente honesta y prevista en las reglas de juego. Así es son las reglas de la democracia y por ello a los legisladores se los llama “representantes” de un sector de la ciudadanía. Esta nueva etapa será muy positiva para la representatividad tanto de diputados como de senadores, ya que por primera vez desde la debacle de 2001, tendrán la posibilidad de ser escuchados y debatir sin que exista la presión de que “la supuesta emergencia” por la que atravesaba la Nación, haga necesaria un ejercicio de la autoridad abusivo y extorsivo.

jueves, 19 de junio de 2008

Argentina después del conflicto

En una nota publicada en el sitio web del diario Perfil se enumeran 10 razones por la cuales el conflicto con el campo ha sido positivo. La publicación asegura, entre otras cosas, que “hasta el conflicto, el kirchnerismo era hegemómico y en el futuro sólo aparecía una sucesión infinita de "pingüinos". Eso cambió, tanto que las elecciones legislativas del próximo año ya no se piensan como un paseo del oficialismo”. Además dice que “la presión del campo y de sectores medios de las grandes ciudades obligó a la presidenta Cristina Kirchner a dar marcha atrás con la resolución sobre las retenciones móviles, que ahora será debatida en el Congreso”. En el tercer punto Perfil dice: “Si el gobierno aprende la lección (la necesidad tiene cara de hereje también en política), Cristina será menos arbitraria que su marido y estará más preocupada por la mejorar la calidad institucional”. Más adelante, asegura que “la reaparición en escena del Congreso es dato muy importante. Ahí están representados el pueblo (diputados) y las provincias (el Senado). Era lo que pedía el campo, si bien las entidades de los productores imaginaban un debate más abierto y no tan sujeto del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo. En esta síntesis, puede vislumbrarse lo que para la mayoría de los analistas será el país en los próximos meses con la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Ante los ojos de la opinión pública, el mayor beneficio del conflicto es el fin de una forma autoritaria de gobernar, basada en el descrédito de cualquier opinión mínimamente disidente. Hay que ser optimistas y valorar las pequeñas ganancias de las grandes pérdidas… Pero: ¿Tenían que ser tan grandes las pérdidas?

miércoles, 18 de junio de 2008

Una posible chicana que agrava el clima

En el día después del anuncio de Cristina Kirchner sobre el envío de un proyecto de ley para ratificar la polémica suba a las retenciones, se profundizaba el debate sobre el alcance que tendrá la medida oficial. El Gobierno salió a destacar el "gesto" presidencial de enviar al Congreso la suba de retenciones, al tiempo que no ceden las dudas desde diversos sectores sobre el impacto real de la decisión. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, salió al cruce de las críticas por las dudas que siembra la imposibilidad de introducir modificaciones. El proyecto de ley repite el contenido de la resolución que impuso las retenciones móviles y sólo dejaría lugar a que los legisladores expresen su acuerdo o su rechazo. Y las dudas no sólo fueron planteadas desde la oposición. Daniel Katz, el jefe del bloque de diputados radicales K, sostuvo que “no es posible que se trate en términos de ratifique o se rechace”. El legislador consideró que las retenciones son una herramienta válida, pero aclaró que no está de acuerdo con el esquema tal cual está ahora. Esa es la cuestión fundamental: que los representantes del pueblo puedan debatir la adecuada alícuota de las retenciones así como la distribución de los fondos. Pese a que el Gobierno insiste en que sus intenciones son redistribuir la riqueza mientras el sector agropecuario sólo pretende la concentración, hasta aquí (el Gobierno) no admitió un verdadero debate público –y no entre gallos y medianoche- que le permita fundamentar y mostrar que distribuirán racionalmente esos recursos. Pero la cuestión es más grave aún, porque la Presidenta prometió en cadena nacional, ante los ojos de todo el país que, para solucionar el conflicto que afecta “a las instituciones” iba a utilizar “más democracia”. Sin embargo, hasta aquí parece que simplemente apeló a una “chicana”, algo que puede permitírsele a un ministro o un legislador, pero de ninguna forma a la Presidenta de la Nación en un discurso a sus representados.

Dos imágenes de la tarde de ayer


Dos imágenes quedaron de la tarde de ayer. La primera fue la de Néstor Kirchner. Soberbio, arbitrario, sarcástico, irrespetuoso, prepotente, cuyas palabras se dirigieron fundamentalmente al menosprecio de las protestas contra la actitud inflexible del Gobierno Nacional, de la cual, el es uno de los mayores responsables. La segunda fue la de Cristina Fernández de Kirchner, la Presidenta de la Nación elegida por los argentinos. Dio un discurso con los ingredientes ya tradicionales, aunque en un momento dejó de lado la prepotencia que ha caracterizado a la mayoría de los integrantes de su Gobierno, para admitir implícitamente que las protestas del lunes por la noche fueron un punto de inflexión en su actitud, que no se le “caen los anillos” por pedir perdón. Por eso, había decidido enviar al Congreso de la Nación para que sean debatidas las retenciones móviles a la exportación de granos. Lo hizo tarde para ella porque su imagen sufrió una erosión que será difícil de revertir y porque muchos argentinos sufrieron no sólo desgaste en sus ánimos, sino vieron afectados sus bolsillos por una parálisis absolutamente innecesaria. Y todo era tan simple como eso. La democracia argentina se ha fortalecido enormemente en los últimos años. Paradójicamente, los aberrantes sucesos durante la ausencia de la institucionalidad han contribuido a su fortalecimiento y, probablemente, esa es una de las pocas cosas en que los argentinos (por lo menos públicamente) estén de acuerdo: aunque imperfecta, la democracia es el mejor de los sistemas. Contra las promesas mesiánicas, la voluntad popular. Contra el abuso de poder, la institucionalidad. Contra la injusticia, la justicia. En una medición de popularidad antes y después del discurso, seguramente la actitud sincera y humilde le habrá dado buenos resultados a Cristina. Hoy, en el acto de Plaza de Mayo, deberá tener cuidado de no deshacer lo que hizo bien, y mantenerse lejos algunos personajes que ningún argentino quiere cerca de quien gobierna la Argentina.

domingo, 15 de junio de 2008

Las peligrosas palabras de D’Elía

El líder de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, aseguró en la tarde de ayer que existen "desestabilizadores" del gobierno de Cristina Fernández y criticó a quienes pretenden 'Delarruizar'" a la Presidenta. "Aquellos que crean que pueden 'Delarruizar' a Cristina se equivocan. No va a haber golpe de estado, hay un pueblo entero organizado y movilizado que no va a permitir que haya golpe", dijo D'Elía en diálogo con radio América. En este sentido, señaló que el gobierno de Cristina "está en peligro desde el 25 de marzo en que los desestabilizadores están trabajando para golpear y para crear una realidad virtual". "Algunos medios nos están queriendo vender una realidad virtual. El gobierno ya llegó a una decisión con las retenciones móviles y de ahí no se va a mover", agregó. Tras confirmar la marcha del miércoles en apoyo al Gobierno, D'Elía precisó que "hay desestabilizadores políticos y económicos. Duhalde es el más claro de todos los conspiradores que trae mucha movida de inteligencia". "Detrás del aparato de los medios está Duhalde y los idiotas útiles de siempre como Carrió, Stolbizer, (el titular de la UCR) Gerardo Morales, de izquierda boba que siempre termina siendo funcional a los intereses más reaccionarios de la derecha", acusó. Nadie como Luis D’Elía, para complicar lo que salía bien. Sin quererlo, el piquetero ridiculizó a la Presidenta porque consideró implícitamente que Cristina podría terminar como el ex mandatario radical, consideró que hay posibilidades de que una operación de prensa para identificarla con De la Rúa tenga éxito si no estuvieran ellos (los militantes movilizados) para defenderla. ¿Acaso la Presidenta tiene las limitaciones de De la Rúa para gobernar? No porque Cristina no es De la Rúa, pero tampoco es Evita, ni Kirchner, Perón. Un punto que ellos mismos deben tener en cuenta.

viernes, 13 de junio de 2008

Ser de izquierda

Cuando se habla de política en la Argentina, se subestima la superestructura de quienes se educaron en la izquierda. Se subestima la gravedad del universo simbólico de quienes pertenecieron a grupos de militancia política, sobre todo en los años 70. Jorge Lanata es uno de los más lúcidos y comprometidos periodistas de la Argentina. Sin embargo, esa lucidez, esa independencia, esa libertad, que puede servirle para ser el más imparcial y el más cruel de los comunicadores nacionales, no le sirve para analizar ni cuestionar los límites de su educación ideológica. Sino, solamente hay que leer su larga y esforzada columna titulada “Que el azar no sea el que premie”, en donde Lanata hace una profunda fundamentación para justificar lo que para la mayoría es obvio: Quien trabaja más y se esfuerza más, debe recibir una compensación mayor por su labor. Pero este no es un error o una deformación de la educación de izquierda en la Argentina. En realidad, la educación de izquierda en la Argentina es una deformación de la educación de izquierda universal. En una adaptación que a la que se le fue agregando, convenientemente, condimentos que permitan a las corporaciones burocráticas nacionales mantener sus vicios. Pueden ir a buscar todos los textos que fundaron la izquierda política, o a textos modernos, pueden ir a lo más profundo de Marx y no hallarán allí un solo motivo que justifique que, las personas que se esfuerzan por hacer bien su trabajo y son más eficientes deban ganar lo mismo que quienes hacen exactamente lo contrario.

miércoles, 11 de junio de 2008

Como en el barrio

El periodista Jorge Lanata le respondió a José Jorge Alperovich y le contó como se conoce a la gente como él (el gobernador), en su barrio.

martes, 10 de junio de 2008

Perro no come perro

Para quienes circularon por las redacciones, saben que esa frase ("perro no come perro") exhorta a evitar los choques con quienes tienen otros medios de prensa o pertenecen a ellos. Ayer, esa regla se respetó a medias.
Anteayer, como se pudo leer en este blog, el diario Crítica de Jorge Lanata publicó un informe sobre la alteración de los índices de mortalidad infantil en el país y puso como ejemplo a Tucumán. Ayer, este matutino porteño publicó la respuesta política y judicial del gobernador José Alperovich. Pero la información fue levantada del diario La Gaceta. Sin embargo, y curiosa o sospechosamente, el matutino tucumano quitó de su portal las declaraciones del mandatario. Pero, para no quedar en el aire, el diario de Lanata aclaró que La Gaceta lo había publicado para después levantarlo sin razón aparente. La cosa no quedó allí y más tarde, en el sitio web del matutino tucumano pudo leerse una respuesta implítica a la nota de Crítica. Allí se publicó que la información sobre la alteración de los números sobre la mortalidad infantil fue levantada de una vieja denuncia realizada en La Gaceta. Así, las cosas quedaron a mano.
Es sólo una anécdota, pero vale la pena destacarla.

lunes, 9 de junio de 2008

Recomendación


La tapa del diario Crítica, que dirige Jorge Lanata, publicó un artículo gravísimo sobre Tucumán. La experiencia me dice que la revelación de una nota como esta, ya conocida desde hace mucho en la provincia, oculta más razones que la simple voluntad de informar. Sin embargo, la experiencia no es infalible.

Esta es la nota de Lanata:

Mortalidad infantil en Tucumán y el diccionario

La mortalidad fetal en Tucumán triplicó la estadística nacional. Alperovich cree que insultándome podrá desviar el efecto de la noticia.

“Lanata es un infame. Está en contra de la provincia”, dijo ayer el gobernador de Tucumán, José Alperovich. Si nos ponemos estrictos, “infame” tiene dos significados:

–Que carece de honra, crédito y estimación.

–Muy malo y vil en su especie.

Con respecto al punto dos, no creo ser el peor de los lanatas de mi especie.

Sobre el primero, nunca he sido condenado por delito alguno (tampoco el de injurias) de modo que se supone que tengo “honra”; he vuelto a tener “crédito”, rehabilitado de mi quiebra por el juez competente, luego de demostrarse que seguí todos los pasos legales, y sobre la “estimación”, tengo demasiados –no se preocupen, no voy a enumerarlos– premios, diplomas, reconocimientos, etcétera, etcétera, etcétera.

De modo que me permito pensar que, en el fondo, Alperovich, al decir eso, no hablaba verdaderamente de mí. Ésa fue su original manera de desmentir la tapa del lunes de este diario, en la que se informó que “en Tucumán, los nacidos con un peso inferior a 500 gramos son anotados como nacidos muertos”. La mortalidad fetal en Tucumán, en 2006, triplicó la estadística nacional. “Llama la atención que Tucumán registre 158 defunciones fetales con menos de 500 gramos de peso, cuando Santa Fe, en el mismo período, tuvo 86, Córdoba 20 y Buenos Aires 90”, afirmó a Crítica de la Argentina la DEIS (Dirección de Estadísticas e Información de Salud de la Nación).

Alperovich cree que insultándome podrá desviar el efecto de la noticia. Suena hasta simpática la lucha de este hombrecito contra los números, ¿no? Y lo sería, de no estar hablando de vidas de niños. Alperovich dice que estoy en contra de Tucumán y pienso de inmediato en Barbarita Flores, la chica que lloró de hambre en Día D. También en la campaña que hace un año hicimos en la radio para llevar zapatos a las escuelas de Tucumán.

El 42% de Tucumán, cuatro personas cada diez, está bajo la línea de pobreza. El 14% vive debajo de la línea de indigencia, son “subpobres”. La situación más crítica se verifica entre los tramos de 0 a 14 años, donde los subpobres llegan al 36 por ciento. Ésa es la provincia que Alperovich gobierna hace cinco años, en los que pudo reformar la Constitución para ser reelecto pero no alcanzó a alimentar con dignidad a sus habitantes. En mi barrio, a eso se lo llama “hijo de puta”. El gobernador puede buscarlo, claro, en el diccionario.

Este es el artículo que originó la polémica:

Cómo se adulteran los índices de mortalidad infantil

Se comprobó que en Tucumán los nacidos con un peso inferior a 500 gramos son anotados como defunciones fetales. Legisladores pidieron informes al Ejecutivo nacional. Y Salud pidió una investigación.

Las estadísticas de mortalidad infantil en la provincia de Tucumán son manipuladas. Los números que marcan que la variable se redujo a la mitad no concuerdan con la realidad. El procedimiento es simple y sólo depende del trazo de una birome: hay cientos de bebés, cuyo peso es inferior a los 500 gramos, que habiendo nacido vivos son registrados como “defunciones fetales” o “egresos por abortos” y por tanto no forman parte de la estadística.

A los efectos del registro estadístico, en la República Argentina, se emplea la siguiente definición de nacido vivo recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Nacido vivo es la expulsión o extracción completa del cuerpo de la madre, independientemente de la duración del embarazo, de un producto de la concepción que, después de dicha separación, respire o dé cualquier otra señal de vida, tal como latidos del corazón, pulsaciones del cordón umbilical o movimientos efectivos de los músculos de contracción voluntaria, tanto si se ha cortado o no el cordón umbilical y esté o no desprendida la placenta. Cada producto de un nacimiento que reúna esas condiciones se considera como un nacido vivo”.

El senador Gerardo Morales presentó un proyecto de comunicación al Poder Ejecutivo y un pedido de informes al Ministerio de Salud sobre los indicadores de la situación social en el período enero 2003 a mayo 2008, en todo el territorio nacional, en especial en Tucumán, Buenos Aires y Jujuy. “Podría existir una manipulación de estadísticas y de indicadores sensibles, como la mortalidad infantil o materna y, ante la falta de respuestas de los gobiernos provinciales, he solicitado al Poder Ejecutivo esclarezca la situación. Se estarían violando normas internacionales establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Panamericana de la Salud (OPS).”

“MILAGRO TUCUMANO.” Tucumán es la provincia que mejor indicador de mortalidad infantil exhibió en los últimos cuatro años. Según la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), que depende de la cartera sanitaria nacional, en 2002 murieron 24,3 menores de cinco años por cada 1.000 nacidos vivos, mientras que en el 2006 la cifra se redujo a 13,5. En agosto de 2007, el entonces ministro Ginés González García elogió el modelo tucumano. “No conozco experiencia más rotunda donde se haya bajado a la mitad los índices de mortalidad infantil en cuatro años”, aseguró el hoy embajador argentino en Chile. Instó a “imitar las metodologías de medición y evaluación estadística” usadas en la provincia. Lo que omitió en su discurso fue el dato que echa sombra a los logros de la gestión sanitaria tucumana: el vertiginoso crecimiento de la mortalidad fetal. Los informes de la DEIS afirman que “en algunas jurisdicciones como Tucumán se observa una disminución de la cantidad de nacidos vivos y, consecuentemente, de las defunciones infantiles con peso al nacer inferior a 1.000 gramos, a la vez que se registra un aumento de las defunciones fetales”. Los datos relevados indican que en 2006, la tasa de mortalidad fetal de Tucumán triplicó la nacional: alcanzó el 23,6 por mil, mientras que a nivel nacional sólo llegó a 8,7. “Llama la atención que Tucumán registre 158 defunciones fetales con menos de 500 gramos de peso, cuando Santa Fe en el mismo período tuvo 86, Córdoba 20 y Buenos Aires 90”, explicaron fuentes de esa Dirección.

“El método usado es anotar como muertes fetales casos de mortalidad infantil”, explicó la epidemióloga Evelyna Chapman, quien dirigió la comisión encargada de revisar las historias clínicas de los fallecidos menores de un año para registrar los casos y establecer las causas de muerte. A principios de este año la removieron de su cargo por denunciar esos hechos. “Los que ponemos en peligro el discurso oficial basado en el supuesto descenso de la mortalidad infantil, somos desplazados. Mis informes fueron detallados y evidenciaron las enormes diferencias entre la estadística oficial y la realidad”.

Otra de las desplazadas es Ángela Zóttoli, quien fue jefa del Departamento de Series Demográficas de la Dirección de Estadísticas dependiente del Ministerio de Gobierno tucumano hasta el 31 de diciembre de 2007. “Ese día me notificaron que por mi ‘encomiable labor’ me asignaban tareas de bibliotecaria, que no tienen nada que ver con mi capacitación específica”, explicó. Zóttoli no quiso ser cómplice: “No podemos permitir que se ponga en duda el valor que tienen las estadísticas vitales como fuente de información”, afirmó. Los análisis realizados por Zóttoli le permitieron arribar a la misma conclusión que Chapman. “Notamos que los prematuros de menos de 500 gramos no estaban apareciendo registrados como muertes neonatales sino como mortandad fetal”, sostuvo.

Pero esa no es la única arista que llama la atención a los expertos y genera preocupación en las autoridades nacionales. Según datos de la Dirección de Estadística de Tucumán, en los hospitales públicos se observa una tendencia en aumento de los egresos por aborto en relación a los egresos por parto. Ese incremento fue más marcado a partir de 2003 y alcanzó un pico en 2006 de 16,7%. “Como la tasa de natalidad bajó, debieron haber descendido las muertes, los abortos y las defunciones fetales, pero no fue así: entre el 2004 y el 2006 la tasa de egreso por abortos, comparada con el total de nacimientos, subió de un 14,2% a un 18,5%. En el mismo período, el número de nacidos vivos de menos de 500 gramos se redujo de 95 a 7”, detalló. La explicación está en la metodología: en dos planillas de la Maternidad de las Mercedes, correspondientes al 2 de junio de 2008, se lee: “Nacido vivo. Peso 498 gramos. Edad gestacional 22 semanas. Aborto”. “Nacido vivo. Peso 476 gramos. Edad gestacional 20 semanas. Aborto”. Para las especialistas consultadas “si se volvieran a registrar las muertes de neonatos según las normas internacionales y leyes argentinas, la mortalidad infantil tucumana crecería significativamente”. Un ejemplo: “hasta 2004 se morían 80 bebés prematuros de menos de 500 gramos en toda la provincia. En 2006 las muertes infantiles de niños menores de 500 gramos bajaron a 14. Ese mismo año se registraron oficialmente 360 muertes que representaron un 13,3 por mil. Si le sumamos las 80 muertes fetales y abortos no registrados como defunciones, daría un total de 440 fallecimientos. Por lo que mientras la tasa de mortalidad infantil oficial fue de 13,3 por cada mil, la real debió alcanzar el 16,2 por mil”.

VIVOS Y MUERTOS. “El problema no está en el sistema estadístico sino en el ámbito donde se genera la información”, explicó la licenciada Elida Marconi, titular de la DEIS. Más del 40% de los nacimientos registrados en Tucumán se producen en un establecimiento: la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”, donde nacen unos 10.000 niños por año. Crítica de la Argentina consultó a Rossana Chahla, directora del hospital desde hace seis años. “Las denuncias me tienen sin cuidado”, respondió. “En la Argentina nadie se banca los éxitos y hemos llevado a cabo una gestión exitosa en la tarea de reducir la mortalidad neonatal”, agregó al tiempo que aseguró: “no tenemos nada que ocultar”. Sin embargo, parte importante del personal hospitalario a su cargo no opina lo mismo. Trabajadores del Área de Identificación, que pidieron resguardo de sus identidades, relataron que “en 2004 los jefes de guardia reunieron a todos los identificadores y comunicaron que a partir de ese momento debíamos registrar como nacido muerto a todo bebé que pesara menos de 500 gramos”. La orden incluyó la indicación de “no practicarle ninguna asistencia médica. Se los deposita sobre una bandeja de instrumental hasta que muere”, explicaron las fuentes. María Margarita Rosa, jefa del Departamento de Estadísticas de la Maternidad lo convalidó: “En varias reuniones de jefatura planteé que a los prematuros de menos de 500 gramos no podemos dejarlos morir tirados sobre un mármol, aunque no sean viables desde el punto de vista médico”, algo que “hoy sigue ocurriendo”. La jefa de Identificadores de la Maternidad, María Ana Brizuela Quinteros, negó que alguna vez se haya impartido la orden de registrar a los nacidos vivos como muertes fetales. “Identificamos a todos los bebés nacidos vivos y se los registra como tal, independientemente de su peso o edad gestacional”.

¿METODOLOGIA NACIONAL? “Se ganan o se pierden elecciones según la tasa de mortalidad infantil, por eso es importante que las estadísticas sean creíbles”, explicó el legislador tucumano por la UCR José Cano, quien preside la Comisión de Derechos Humanos. “Cuando asumió su primera gestión como gobernador en 2003, Ricardo Alperovich trajo un equipo de profesionales para conducir el ministerio a cargo de Juan Manzur. Prometieron que iban a hacer un milagro reduciendo la mortalidad infantil a menos de la mitad. Pero no dijeron nada del dibujo estadístico”, afirmó Cano. “Los indicadores mejoraron pero no pueden alterar las definiciones internacionales de lo que es un nacido vivo o una defunción fetal para forzar los números en tiempo récord”, explicó.

Para Elsa Moreno, sanitarista argentina que vive en Tucumán y es consultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “Hubo errores graves pero no fueron aislados: en 2004, en una reunión del Consejo Federal que nuclea a los ministros de Salud de las provincias, se sugirió que, al no existir un desarrollo científico que garantice la sobrevida de bebés nacidos con menos de 500 gramos, había que consignarlos como mortandad fetal o nacidos muertos, por eso las estadísticas dejaron de ser confiables”. El dato lo confirmó Manzur –hoy vicegobernador provincial– quien en una charla mantenida hace cuatro años con el entonces vicepresidente de la Comisión de Salud de la Legislatura tucumana, Alejandro Sangenis, “me aseguró que la indicación había sido impartida en una reunión del Cofesa de la que participó en 2004”, según explicó Sangenis.“Se debió hacer una investigación de esas denuncias pero se prefirió negar la realidad y separar de sus cargos a las personas que alertaban sobre las irregularidades”, opinó Moreno.

Fernando Avellaneda, viceministro de Salud tucumano, explicó que “las cifras oficiales de mortalidad infantil son verosímiles, pues tienen coherencia epidemiológica y se han modificado mediante intervenciones basadas en la evidencia. Puede resultar llamativo que el descenso de la mortalidad infantil se haya logrado en un corto período pero se explica porque las acciones fueron concentradas en la mejoría de la calidad de la atención del recién nacido”. Acerca de la denuncia por el subregistro de los nacidos con bajo peso, las autoridades sanitarias tucumanas negaron las acusaciones y las atribuyeron a “cuestiones de índole política que no tienen que ver con la salud pública”. En un documento oficial entregado por Avellaneda se afirma que “las cifras reportadas por Tucumán de nacidos vivos en 2006 tienen la misma distribución por categorías de peso que otras provincias, a excepción del número de menores de 500 gramos, pero Tucumán reporta una cifra de nacidos vivos en esa categoría tres veces mayor que la de otras provincias”. Para 2007 la mortalidad mostrará un nueva reducción, con una tasa de 12,9 por mil.

“Quería enterrar a María Paula, pero no me quisieron dar el cuerpito”

María Paula nació el 19 de agosto de 2006 en la Maternidad de las Mercedes. Así consta en el carnet de salud del establecimiento. Con una edad gestacional de 20 semanas, pesó apenas 350 gramos. Pero nunca fue registrada como nacida viva. Así lo prueba una indicación sobreimpresa en ese papel provisorio donde se lee claramente “S/certificado (no corresponde por el peso)”, y el testimonio de su mamá, Alejandra Barrionuevo. Desde su casa en el barrio Marti Coll, a ocho kilómetros de la capital tucumana, Alejandra le contó a Crítica de la Argentina: “En la ecografía que me hice a los cinco meses me enteré de que era una nena y le puse María Paula. La madrugada del 19 rompí bolsa y me llevaron de urgencia a la maternidad. Me llevaron a la sala de partos y me pidieron que empezara a pujar. Yo sabía que mi hijita se podía morir porque a mi embarazo le faltaban muchas semanas, pero quería que viviera, con toda mi alma”, describió emocionada.

“Cuando la sacaron, le pedí a la doctora que me la diera pero me dijeron que no se podía, que había que hacerle unas pruebas. Me dijeron que estaba bien, que no me preocupara”, contó Alejandra. “Al rato vinieron a decirme que la bebita se había muerto, que era muy difícil que sobreviviera tan chiquita.”

Sin embargo, el drama de Alejandra no terminó con la muerte de su hija. “Yo quería enterrarla en el cementerio con mi abuelita, que también se llamaba María, pero no me quisieron dar el cuerpito”, explicó. Tampoco le dieron certificado de nacimiento –como hubiera correspondido por haber nacido viva– ni de defunción. La jefa de identificadores de la maternidad, María Ana Brizuela Quinteros, aseguró desconocer quién había anotado la indicación en el carnet y facilitó una documentación donde constan anotaciones de los identificadores y una planilla sin membrete donde figura su nacimiento y su fallecimiento. Pero estos papeles –que fueron examinados por los expertos de la DEIS– “no tienen ningún valor legal, son internos de la maternidad y no dejan constancia del registro como nacida viva de la bebé”. Además, entre las planillas entregadas existen incongruencias de datos sobre el caso: mientras en un papel se inscribe como fecha de fallecimiento el mismo 19 de agosto, en el adjunto consta que falleció cuatro días después.

Graciela Ocaña, preocupada

Fuentes cercanas a Graciela Ocaña confirmaron que “se sigue con preocupación el caso de Tucumán” y que en las próximas horas se dispondrá una “investigación exhaustiva de las metodologías de registro para determinar las responsabilidades en la alteración de las estadísticas que pudieran haberse realizado durante el período 2003-2007”. El diputado nacional Eduardo Macaluse fue uno de los primeros que advirtieron en el ámbito nacional las irregularidades en el registro de la mortalidad infantil tucumana y presentó un pedido de informes en diciembre de 2007. “No se encuentra explicación al incremento de nacidos muertos de menos de 500 gramos y variabilidad con otros grupos de peso en 2005 (52%). La relación entre muertes infantiles y fetales se mantiene más o menos estable hasta 2004. No se explica el 39% de exceso en 2005. Tampoco el exceso de egresos por abortos en los años 2004 y 2005”, aseguró.

Entre el populismo y el progresismo

(Editorial publicado el 26 de febrero de 2008).

Según la enciclopedia informática Wikipedia, los progresistas son aquellos que “pretenden modificar el estado actual de las cosas con el objetivo de mejorar la situación económica y social de las personas mientras que sus opuestos conservadores tratarían de mantener a toda costa los privilegios que el antiguo régimen les otorga”. Por otro lado, según la misma enciclopedia, los populistas son aquellos líderes que “dan a amplias capas de la población beneficios limitados o soluciones a corto plazo que no ponen en peligro el orden social vigente ni le otorgan a los ciudadanos capacidades reales de autodeterminación a los pueblos, pero que sirven para que eleven o mantengan la popularidad de los caudillos o del régimen reforzando su poder”. Esta semana fracasó el intento del Gobierno Nacional para lograr que Brasil ceda a la Argentina, parte del gas que le provee Bolivia, y así poder enfrentar en el invierno la crisis energética. Por su parte, el gobierno brasileño ratificó que, por el momento, no está en sus planes renunciar a parte del gas, y dejar a la administración de Cristina Kirchner mejor parada ante la amenaza de que la crisis energética vuelva a hacer estragos durante el próximo invierno. Lo hizo a través de Marco Aurelio García, el principal asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en materia de política exterior. Consultado sobre el fracaso de las gestiones de la Presidenta para aumentar en un millón de BTU diarios el gas que la Argentina recibe de Evo Morales, García evaluó que el problema energético "no puede ser mirado en una perspectiva de corto plazo". Esta última afirmación, es en realidad una gran crítica a la pasada administración y a la actual. Es una forma de decirles a Cristina y a Néstor que comiencen a solucionar los problemas de fondo en el país. O, lo que es más grave, el Gobierno Brasileño le reclamó al Argentino que deje de ser populista y se atreva a ser progresista, como dice ser.

Diseño de Tapa


Diseño de tapa para el Círculo Wittgensteiniano, que dirige el Profesor Roberto Rojo.
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Un efectivo golpe de efecto

La presidenta Cristina Kirchner anunció la creación del programa de redistribución social que tendrá como objetivo la construcción de hospitales públicos y centros de salud, la construcción de viviendas urbanas y la mejora de caminos rurales. Para financiar el nuevo plan se utilizarán las retenciones a la soja que superen el 35 por ciento. Con fuertes criticas al campo, la jefa del Estado ratificó que las retenciones móviles no se tocan. “La medida tuvo por objeto dos cuestiones. Por un lado, generar la soberanía alimentaria para todos los argentinos. Los argentinos no comemos soja. El 95% se exporta. Y en segundo termino, la distribución del ingreso. Que aquellos sectores que mayor rentabilidad tienen, por el modelo económico que impulsó el Gobierno, aporten más”. El decreto 904/08 da forma a la creación del programa de redistribución social, en el que se establece que el 60 por ciento de lo recaudado será dirigido a la construcción de hospitales públicos y centros de salud, el 20% a viviendas populares y el 20% a caminos rurales. Al respecto, la Presidenta señaló que parte del diferencial entre los 35 puntos porcentuales y la tasa que se llegue a cobrar, se destinará a la construcción de "por lo menos 30 hospitales y más de 300 centros de atención primaria para la salud". Ese fue el corazón de un paquete de medidas cuyos pormenores no inciden en el máximo problema que afronta la Presidenta. Fue una hábil jugada que apuntó directamente a las críticas que se le hicieron en los últimos noventa días al Gobierno Nacional: la real distribución de la recaudación en concepto de retenciones al agro. Los vicios seguirán, el dinero se repartirá discrecionalmente entre “alineados” como hasta ahora, pero eso a la opinión pública no le importó antes ni le importará ahora. La cuestión fundamental es que el Gobierno asestó un golpe de efecto que podría ser letal para el apoyo popular al paro del campo, una protesta cuya imagen se ha visto desgastada no por su irracionalidad o virulencia, sino por su duración.