jueves, 26 de marzo de 2009

Más oscuridad

En el medio de los polémicos ataques oficiales al multimedios Clarín, encabezados por el Presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, un episodio por demás preocupante fue denunciado esta semana. Tal como ocurrió el martes y el miércoles, l canal de cable Todo Noticias afirmó ayer que continúan las interferencias en su señal televisiva "por acciones ajenas". El martes, Artear Argentina, la empresa productora de contenidos del Grupo Clarín, había denunciado que en las últimas 48 horas sufrió "interferencias que impidieron la recepción de sus señales televisivas, que van vía satélite al interior y exterior del país". Según un informe de la compañía Intelsat, titular del satélite IS-3R, la situación afectó las señales de Canal 13 y TN (el canal de noticias del grupo), así como Metro, Volver, Magazine y TyC Sports, entre otras". "Todo Noticias informa a sus televidentes que una vez más su transmisión está siendo interferida por acciones ajenas a este canal y por razones que aún se investigan", advirtieron desde su página de Internet. Estas denuncias son por demás graves, en un momento en que no sólo se produjo una ofensiva de altos funcionarios y dirigentes K contra el multimedio, sino que se ha transformado en parte del discurso oficial que ya forma parte de las costumbres de toda la militancia kirchnerista. Por todo esto, ante los ojos de cualquier militante K, Clarín y todo el espectro de medios que no le son favorables al Gobierno, se han transformado en enemigos de la Patria, es decir, el enemigo a destruir sin importar los medios. En un país donde un testigo protegido -como Julio López- que denunció a la Dictadura desaparece sin rastros; donde los reales números de la pobreza y de la indigencia son un misterio absoluto; donde los patrimonios de altos funcionarios crecen sin que nadie sepa cómo, no es bueno echar más oscuridad. Por lo menos, para que el manto de sospecha que cubre al Gobierno no crezca, debe esclarecerse quién y por qué evita que los argentinos no puedan informarse. El Poder Ejecutivo tiene todos los instrumentos para informar correctamente aquello que, considera, ha sido comunicado maliciosamente errado o desvirtuado.

viernes, 20 de marzo de 2009

Intertexto

¿Para qué decir algo cuando lo que pienso ya fue magistralmente explicado? Esto artículo es viejo, no lo había recomendado pero vale la pena. Además, las ciertos detalles históricos que, obviamente, quienes no lo vivimos podríamos citar pero no narrar, lo hacen más atractivo. Este es "El fin del falso progresismo", de Jorge Fernández Díaz, publicado en el diario La Nación el 9 de enero de 2009.

lunes, 2 de marzo de 2009

Otra vez la excusa progresista

La Presidente Cristina Fernández de Kirchner repitió en el Congreso de la Nación gran parte del discurso que sostienen los líderes de todos los países del primer mundo sobre la crisis global aunque, como siempre, realizó una conveniente de algunas cuestiones y se puso, junto a su Gobierno y todo el movimiento K, dentro del grupo vencedor al haber (supuestamente) advertido sobre los problemas del sistema global antes de que ocurriera la hecatombe. Pese a que sus políticas nada tienen que ver con el progresismo que dicen abrazar, Cristina insiste en quedarse de ese lado victorioso, y con este argumento es que también buscan acaparar la comercialización de productos agropecuarios, y éste es exactamente el problema. En el Estado Argentino hay instituciones que funcionaron perfectamente a pesar de algunas pésimas administraciones y de la corrupción generalizada en algunas etapas. Uno de esos entes es el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, mejor conocido como Indec. Este ente estatal trabajó con gran eficacia durante mucho tiempo sin importar la bandera política del oficialismo nacional. Ahora, con la oscura intervención del Gobierno podemos ver lo peligroso que es manipular algo que –parecía- tan inofensivo como los índices económicos. Ahora podemos ver lo peligroso que es la utilización política de algunas instituciones oficiales. ¿Qué podría suceder entonces si el Gobierno Nacional, a través del brazo extorsivo que encarna Guillermo Moreno, manipulara de la misma forma ciertos expedientes que determinen el precio de los granos, lo que incidiría directamente en la supervivencia de ciertos productores o de algunas empresas?. Dios nos libre. Entonces, llamemos a las cosas por su nombre. La propuesta del Gobierno, como durante el conflicto con el campo, nada tiene de ideológico. Es otra intentona por subordinar a un grupo que le fue esquivo como es el sector agropecuario, además de manejar en beneficio propio (y no del pueblo argentino) los millonarios recursos que produce el vasto y rico territorio nacional. Que el kirchnerismo, con la irresponsabilidad, arbitrariedad y el irrespeto institucional demostrados hasta aquí, pretende un sincero debate sobre el comercio de granos o la redistribución de la riqueza es mentira o una broma de mal gusto.