viernes, 27 de febrero de 2009

Se puede hacer, pero no ahora


Sólo era cuestión de tiempo. Un Gobierno como el kirchnerista, que utilizó su presunta pertenencia ideológica a la izquierda para intervenir en cualquier sector de la economía para le permitiera conseguir poder, mientras aquellos espacios menos rentables y más riesgosos quedaron a la buena de Dios, ahora sí amenaza ir por todo. Ayer los matutinos porteños revelaron la intención oficial de estatizar el comercio de granos y subproductos mediante un decreto de necesidad y urgencia. Aunque no trascendieron detalles del proyecto, habría un único comprador y vendedor de granos, harinas y aceites que se encargaría de abastecer la demanda doméstica y comercializar al extranjero los saldos exportables. No sorprende el proyecto oficial, lo que sí sorprende es el momento en el que el Gobierno pretende hacerlo. Esta no es una medida como la reestatización de los fondos de pensión, cuya única resistencia se encontraba en un puñado de empresas que manejaban ese dinero. Las pretensiones actuales del Gobierno son las de manejar completamente el mercado de los miles de productores que el año pasado le provocaron su mayor derrota política. Si Néstor Kirchner, durante su mandato con índices de popularidad por las nubes, hubiese decidido tomar esta medida, con un precio de los granos mediano en el mercado internacional, lo habría podido hacer sin mayores problemas. Pero ahora no. ¿Acaso el Congreso de la Nación no votó ya contra la política agraria kirchnerista? Las palabras del titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, que por su extracción ideológica de izquierda debiera ser el sector rural que más apoye la estatización del comercio del sector lo dejaron muy en claro. "Nosotros siempre creímos en la intervención virtuosa del Estado para la defensa de los productores en el proceso de formación de precios y por eso propusimos la recreación de una junta de granos moderna con participación de productores, usuarios y consumidores. Pero de ahí a la estatización del comercio de granos hay kilómetros de distancia, más aún si se trata del Estado administrado por los Kirchner", dijo. Desde el otro lado, la derecha del campo que encarna la Sociedad Rural Argentina, ya se marcó posición pero con tono de amenaza. "Sus efectos serían aún más devastadores que la resolución 125 y colocarían al país en un escenario de mayor conflictividad social que el que ya se vivió en 2008", dijo Hugo Biolcatti sobre el proyecto oficial. Este año no es 2003 o 2006, esta no es la Argentina paupérrima y desmoralizada que depositaba su fé ciegamente en cualquier proyecto mesiánico. La sociedad actual ya puede ver las limitaciones del proyecto K, como también las vio en el menemismo. Cualquier cambio importante en el país, que implique avanzar sobre los privilegios de las grandes corporaciones (como los gremios o las grandes empresas) ya no podrá ser llevado a cabo por el kirchnerismo porque simplemente ya ha desperdiciado su oportunidad dorada.

jueves, 26 de febrero de 2009

Un fantasma que no sólo preocupa a la CIA


La publicidad del que debió ser un informe secreto de la CIA sobre la situación Argentina en 2009 generó la inmediata e “indignada” reacción del Gobierno Nacional, que exigió explicaciones. El texto, que fue presentado al Presidente de los Estados Unidos Barak Obama, advertía sobre una creciente inestabilidad política y social en nuestro país, en Ecuador y Venezuela, como consecuencia de las repercusiones de la crisis financiera global. Ayer, un cable de la agencia DyN dio cuenta de las crecientes movilizaciones de los piqueteros duros, en consonancia con la erosión de las condiciones sociales por esa misma razón, que ya ha provocado miles de despidos en la Nación. Algunas de estas agrupaciones de izquierda fueron aliadas del Gobierno pero se alejaron por vaciamiento ideológico del kirchnerismo. Mientras tanto, el Gobierno Nacional sigue con su sangría de dirigentes, con lo que su debilitamiento se agrandando casi proporcionalmente a la cercanía de las elecciones legislativas. La Presidenta, por su parte, embistió contra el campo y todo indica que estamos ante una reedición del conflicto que golpeó con fuerzas a todo el país, sobre todo a su economía. Así, con el oficialismo sembrando enemistades, su poder depende cada vez más de su alianza con los sectores más retrógrados del sindicalismo nacional, encabezados por el polémico camionero Hugo Moyano. Importantes sectores del Justicialismo ya le han dado la espalda al Gobierno y si bien aún no perdió las mayorías en las dos cámaras del Congreso Nacional, una derrota en las elecciones provocaría una grave crisis de poder en el Ejecutivo. Todo esto sucede mientras el mundo vive una de las peores crisis económicas de los últimos 100 años. ¿Entonces qué puede recriminársele a la CIA estadounidense más que el hecho de haber convertido en públicos todos nuestros temores?

miércoles, 25 de febrero de 2009

Otra grave y absurda descortesía


Una persona es invitada a una reunión, repleta de amigos del anfitrión. En el curso del encuentro esa persona (el dueño de casa) le enrostra imprevistamente al invitado ciertas cuestiones que solamente habían tratado en privado y habían de seguirse conversando posteriormente. Ante tal situación, los amigos del anfitrión celebran la supuesta puesta en evidencia de la falta del invitado, sin mayores juicios, sin escuchar argumentos de la parte acusada y, encima de todo, evitan una defensa con una silbatina cuando el invitado se apresta a hablar. ¿Cómo se podría llamar a una situación semejante? ¿Qué relación propone el anfitrión con el invitado ante semejante descortesía, por no decir agresión? Ese fue exactamente el tratamiento que la Presidenta Cristina Fernández dio al gobernador santafesino Hermes Binner. Ayer, en un acto en el que mandatario provincial no pudo disimular su incomodidad -soportó estoico, abucheos de los militantes peronistas movilizados para el encuentro-, la presidenta no tuvo prurito en enrostrar a la gestión socialista el “récord” de transferencias de fondos que giró la administración K a Santa Fe. Las declaraciones de Fernández eran una respuesta al reclamo del santafesino por 4.000 millones de pesos que la administración central adeuda a esa provincia. A la Presidenta no se le escapó detalle y enumeró los fondos que el gobierno nacional distribuyó a Santa Fe. Después de haber sufrido la fuga de gran parte del PJ santafesino, el kircherismo tiene en Binner -si no un aliado- la única puerta al diálogo y a eventuales alianzas pragmáticas en esa provincia. No se puede comprender, entonces, el desaire, la agresión, la grave y absurda descortesía cometida por el oficialismo contra un hombre que hizo todo lo posible por no cortar la relación con el Gobierno Nacional. Esas formas, esas malas costumbres, esa falta de códigos y de respeto mínimo por nadie, es una de las causas de la debacle K. Es increíble que, hasta el día de hoy, el Gobierno Nacional no haya querido percatarse de ello.

lunes, 16 de febrero de 2009

Hugo Chávez y América Latina


¿Qué le espera a Venezuela después de la victoria de Hugo Chávez? ¿Qué impacto tendrá en la región? ¿Acaso el venezolano se transformará en el modelo de gobernante a imitar por otros países latinoamericanos? ¿Estamos ante el alumbramiento de un Fidel Castro del Siglo XXI? Todas son preguntas difíciles de responder. Para empezar Venezuela, la mayor potencia petrolera de la región, no es una masa homogénea de individuos que siguen ciegamente a un líder, como puede haber sucedido en la Rusia stalinista. Menos de la mitad de los votantes de ese país apoyaron la nueva reforma de la Constitución que permitirá al Presidente la reelección indefinida. Si bien Chávez ganó con el 54 por ciento de los votos, hubo un 30 por ciento de abstención. Además, no hay que olvidar que este es el segundo plebiscito sobre la cuestión, ya que en el primero el líder bolivariano fue derrotado. De todas formas, queda claro que la sociedad venezolana seguirá dividida. Por otro lado, y a pesar de los teóricos analizan a la región como un todo homogéneo, las naciones latinoamericanas son muy diversas. Las diferencias entre Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, Perú o Brasil son muy fuertes, y pese a que pueden hallarse algunas coincidencias entre las tendencias políticas de sus líderes actuales, difícilmente cualquiera de los demás Presidentes –salvo Evo Morales- tenga pretensiones o crea posible acceder a una reelección indefinida como la del venezolano. Por último, y pese al escozor que provoca la sola imagen de Chávez en Estados Unidos y en algunos sectores de la sociedad argentina, quien tomó la decisión –cuestionable, quizás- de permitirle la posibilidad de seguir en el poder fueron los ciudadanos a través de su voto, una costumbre que tiene apenas un par de décadas en la región. A líderes tan diferentes, como Fidel o Pinochet, jamás se les ocurrió se les ocurrió consultar o respetar la voluntad de sus pueblos. Mientras sean las urnas las que legitimen, habremos superado un escalón en Latinoamérica, y por ello hay seguir muy atentos a que la voluntad de los pueblos siga respentándose.