domingo, 24 de enero de 2010

El precio del bronce para Néstor

La característica indiscutible que ha dado sus mayores triunfos y que ha determinado la conducción de Néstor Kirchner es la perseverancia. Como lo demuestran las estrepitosas derrotas sufridas, no ha sido un inteligente estratega político. Tampoco fue un hombre de férreos principios como ha dejado en claro al traicionar algunas indiscutibles conceptos progresistas, como la distribución de la riqueza, la libertad, etcétera. Ni hablar de tolerancia: la administración K ha sido una suerte de Inquisición pseudo-progresista que condenó tanto a desobedientes, como a cualquier crítico sin importar los fundamentos de las desacuerdos. Sin embargo, Néstor Kirchner ha tenido una inquebrantable perseverancia. Ningún revés ha mellado su espíritu combativo y ha resucitado virtualmente de todas las que parecían muertes políticas. ¿Pero en qué es perseverante Néstor Kirchner? No ha cumplido ninguna de sus promesas y todos sus proyectos han quedado disueltos en las necesidades coyunturales. Entonces, esa perseverancia se ha destinado exclusivamente a conservar el poder, aunque con cada vez menos éxito y con más avasallamiento a las instituciones. El diario Perfil reveló una reunión de Néstor con intendentes bonaerenses que tuvo el fin de frenar el éxodo de muchos ellos que ven cómo su futuro político se destruye a grandes pasos con las repeticiones de los errores y las torpezas de los altos dirigentes oficialistas. Perfil afirma: “¿Qué lectura hace Néstor? Que una buena parte de la opinión pública lo rechaza y con ella no hay retorno: por eso ordenó ‘ir por el bronce’ muriendo con la suya”. ¿Acaso esto implica que el ex Presidente emprenderá su campaña con una profundización de sus estrategias sin importar el resultado en las urnas? También en esa nota de Perfil hacen referencia a otra de las características determinantes de Néstor Kirchner: su capacidad de daño. ¿Cuánto daño costará entonces a la Argentina que él consiga el bronce que busca?

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